EN EL SUFRIMIENTO SIEMPRE ESTÁ ÉL. PRUDENCIO CABRERO
Me dispongo a compartir mi experiencia sobre la peregrinación
a Polonia que tuve la suerte de compartir
con 45 personas.
Unos días
inolvidables. Hacía tiempo que deseaba conocer,
pisar, observar y gozar
con dicho país. Lo he logrado, y puedo
decir que cada lugar, cada rincón
visitado ha sido para mí una gracia
especial, pues Polonia y todo lo suyo
rezuman experiencia de dolor, tiempos
difíciles, épocas inciertas, llanto y
lágrimas derramadas ante tanto sufrimiento y
persecución.Pero ese pueblo no
se quedó pasivo, porque supo confiar en
quien todo lo puede y abre caminos de esperanza: Dios. Y esa
esperanza no defrauda, en palabras de
San Pablo, como no defraudó entre otros
hijos suyos al Beato Juan Pablo II,
al Beato Jorge Popieluszco, ni a
Santa Faustina, ni tampoco a San
Maximiliano Kolbe.Quiero dar gracias a Dios
porque en esta peregrinación he entendido
mejor que en el sufrimiento siempre
está Él, agarrándonos con fuerza de
su mano para no dejarnos caer en
la desesperanza de la soledad. Y
quiero dar una recomendación: Si quieres
peregrinar a Polonia, si se te
presenta la oportunidad, no lo dudes,
porque allí encontrarás a Dios.Y
gracias a Ain Karen por ofrecerme
esta oportunidad.
Testimonios Peregrinos en Polonia con Juan Pablo II
“Amar a Dios sobre todas las cosas es el secreto para conseguir la
felicidad, incluso ya en esta vida. No busquéis la felicidad en el placer, en
la posesión de bienes materiales, en el afán de dominio. Se es feliz por lo que
se es, no por lo que se tiene: la felicidad está en el corazón, está en amar,
está en darse por el bien de los demás sin esperar nada a cambio”
(Juan Pablo II)
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