Ir a Tierra
Santa con la agencia
Ain Karén
Soy un sacerdote, que siempre me he preocupado por visitar los Lugares Santos, no como
simple curiosidad, sino como algo que me
ayudase a vivir más
mi vocación de
cristiano-sacerdote.
Los cristianos actualmente
tenemos bastantes oportunidades de ver
“in situ” los Lugares Santos; pero
quizá cabría preguntarnos
si aprovechamos estas oportunidades y qué buscamos
realmente en ellas. Ir a los Lugares
Santos no es hacer turismo, no es
una excursión recreativa, sino algo más y
sobretodo ese algo más.
Quizá no somos
conscientes totalmente a la hora
de valorar y de distinguir los lugares Santos
como simples lugares de una
gran belleza y como espacios “Salvíficos”, donde se han realizado las maravillas del Amor de Jesucristo hacia la humanidad.
Acentúo esta
diferencia, pues de aquí se
deriva la peculiaridad, lo distintivo, lo propio de
visitar los Lugares Santo con la
agencia Ain Karén.
He
ido a estos Lugares dos
veces con Ain Karén (Ya el
nombre es bello y sugestivo). No descarto de mis
propósitos ir más veces, pues
estas visitas realizan y uno
vuelve con deseos de ser mejor, de “caer en la cuenta” de lo sucedido; de la gran responsabilidad en pro de uno de tomar en serio ese trozo de Historia, que sin dejar de ser
historia, se reviste de algo misterioso, trascendente, que no todos perciben. Ain Karén ayuda
a percibir esto.
La
agencia Ain Karén no tiene preferentemente una finalidad
lucrativa; los miembros de ella,
empezando por el “animador” de la misma, no lo pretenden. Tiene una idea muy
clara. Cuando se trata de estas cosas, de estos asuntos, el dinero no cuenta. De aquí que no resulta caro el viajar con Ain Karén. El que Ain Karén no pretenda
principalmente el lucro, no
quiere decir que sus
servicios no estén a la altura
debida. “De lo sublime a lo ridículo sólo ha un paso”; Ain Karén es
sublime en lo que ofrece, en la
manera cómo lo lleva a la práctica. No quiero insistir en esto,
sino en algo ya apuntado anteriormente.
Deseo
ahondar en este aspecto muy peculiar de
la Agencia Ain Karén; como todas
las agencias, también ésta
se recrea en hacer ver a los peregrinos la belleza
geográfica del lugar. Tiene buenos
guías, que brillan por su
cordialidad, por su capacidad de acogida
y por un fino respeto a la fe de los peregrinos; pero sobretodo ahonda en la dimensión salvífica de estos lugares.
¿Cómo lo hace? ¿ Qué resortes emplea para que el peregrino quede impactado, hasta seducido;
seducción, expresada en la emoción,
en alguna lagrimilla, mezcla de
acción de gracias y de
arrepentimiento, por no saber aprovechar la
gracia, que se palpa en estos
lugares santos.
Antes
de responder, podríamos citar a San Agustín a la hora de explicar qué es el tiempo: “Si me lo
preguntas no lo sé; si no me lo preguntas, lo sé”. Sé
que Ain Karén logra que
los Lugares santos, lo sean por el recuerdo; pero también ahora
y aquí están como catequizando,
santificando al peregrino. Yo siento,
lo intuyo; pero quizá no sé explicarlo, pues tengo la sensación que todas
palabras en esta materia
son simples balbuceos, que
indican; pero no saben expresar lo que
uno quiere decir. Consciente de esta
incapacidad, me atrevo
solamente a presentar
algunos rasgos de este
buen hacer de Ain Karén. Se palpa
en esta agencia cierto aire, hasta
diría “cierto embrujo”, comenzando por
el primer impulsor de la agencia
y siguiendo por sus colaboradores, de comunicar al peregrino la trascendencia
del momento. Preocupa a la
agencia Ain Karén que
el grupo
caiga en la cuenta de que estos lugares
han sido testigos de
grandes hazañas; pero hay una hazaña, que se capta mediante
el amor, la limpieza, la belleza moral. Ain Karén es una agencia “bella”,
“limpia”, que contagia deseos de ser bueno
y que hace que el peregrino exulte
de gozo.
¿Quién no
recuerda los cuentos, las
anécdotas, el ver desde otro ángulo de visión lo ya visto
para que el peregrino, si antes no se diera
cuenta, ahora se dé?
No
se trata sólo de leer y cantar
lecturas y cantos, que nos
recuerdan lo que pudo suceder, sino
que esta
celebración sea plegaria, sea petición al buen Dios, para que
nos demos cuenta de la trascendencia de lo sucedido aquí hace ya
mucho tiempo; pero que ahora re repite, se hace “memorial” que es algo más
que recordar.
Ain Karén sacramenta liza el lugar sagrado para que
ahora sea eficaz la oferta de Dios a los hombres.
Termino.
Si alguien me pregunta o me pide un
consejo con qué agencia
ir a Tierra Santa; siendo
sincero y valorando la verdad, le diría: porque te aprecio, porque
te quiero, no dudes, hazte acompañar
de Ain Karén .
Luis Rubio
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