lunes, 4 de noviembre de 2013

Crónica de un viaje: Samarcanda.

Crónica de un viaje: Samarcanda.


Este año Ain Karen viajes ha realizado un viaje a un nuevo destino, alejado de nuestros países habituales. Hemos viajado a la República de Uzbekistán.

Situada a unas 8 horas de vuelo de España, este país se está convirtiendo en una nueva referencia del turismo mundial, maravillas como la Plaza del Registán en Samarcanda o la ciudadela de Khiva hacen que viajeros de todo el mundo se acerquen a Asia Central con el objetivo de capturar en fotografías las bellezas de este país y respirar su ambiente.

El Grupo Amigos, viajando con Ain Karen, pudo disfrutar de sus secretos del 27 de Septiembre al 6 de Octubre de este año 2013.

Nuestro periplo por estas tierras comenzó en la ciudad de Tashkent, donde pudimos apreciar la belleza de los jardines y las amplias avenidas de esta moderna ciudad, capital del país. Ya desde este primer día pudimos apreciar que Uzbekistán no es como otros países, este país es laico, por lo que la actividad diaria no paraba en ningún momento, y las mezquitas tampoco llamaban a la oración desde los minaretes.

De Tashkent tomamos un vuelo interno para poder llegar a la ciudadela de Khiva, patrimonio de la UNESCO, con la mayor comodidad posible. Esta ciudadela, con murallas de adobe, es una auténtica maravilla, totalmente fortificada y repleta de grandes bellezas arquitectónicas como el minarete Kalta Minor, recubierto de cerámica vidriada. El grupo tuvo la oportunidad de pasear esta ciudadela tanto en compañía del guía como, más tarde, cada uno a su ritmo, disfrutando simplemente de la evocación que esas callejuelas producía.

De Khiva fuimos a la bella Bukhara, realizando una travesía en autobús por el desierto, Kyzyl-Kum, de arenas rojas, uno de los trayectos más divertidos y anecdóticos que tuvimos la suerte de realizar. En la parada pudimos ver grupos de japoneses, y “compartir con ellos” la parada.

Una vez llegamos a Bukhara pudimos ver las maravillas que esta ciudad, la más antigua de Asia Central, nos reservaba. En esta ciudad estuvimos 2 días y medio, tiempo suficiente para poder disfrutar de sus caravansares (los puestos de parada de las caravanas en esta ciudad, parte de la Ruta de la Seda) sus bellas construcciones, y también para realizar las compras, desde tan lejos también nos acordamos de nuestros seres queridos y quisimos hacerles partícipes de nuestro viaje.

Bukhara en su momento poseyó más de 370 madrazas, donde habitaban unos 6000 alumnos procedentes de toda Asia Central.  Las mezquitas, los barrios de cada oficio (joyeros, tejedores de alfombras, y cambiadores de dinero) las mezquitas... Hacen de esta ciudad una parada obligatoria y disfrutable en estas tierras.

De Bukhara salimos en dirección Samarcanda, realizando un largo trayecto en bus y parando en Shakhrisabz, la ciudad natal de Tamerlán, el héroe nacional uzbeco.

Samarcanda es todo aquello que cabría esperar realizando una pequeña búsqueda en internet, una ciudad maravillosa, donde destaca la Plaza del Registán, un conjunto de 3 madrazas, una de ellas oculta la mezquita más bonita de todo Asia Central. También se puede disfrutar de la maravilla que es el mausoleo Gur Emir (donde se encuentra la tumba de Tamerlán) y la mezquita Bibi Kanum.

En resumen, Uzbekistán es un país que poco a poco empieza a tener relevancia en el turismo mundial, un destino que sin dudas merece la pena visitar, pero sin olvidar que está “aprendiendo” y los servicios y hoteles pueden en ocasiones no ser iguales a los que tenemos si  viajamos a lugares del  “Primer Mundo”.

La belleza de este país te dejará sin habla, y si te gusta la fotografía, llenará tu tarjeta de memoria.



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