Lo que el Papa le dijo al niño Je´sus de belén y nadie sabía

Querido niño Jesús, he venido a traerte otro oro, otro incienso y otra mirra. Los tiempos están cambiando mucho y allí donde importaba el ser humano hoy solo importan los recortes, el capitalismo, el dinero, el poder, las leyes, loshonores."imagen">

Mi oro son los niños que hoy están sufriendo, y son mi oro porque son donde tengo todo mi corazón, ellos deberían de ser para todos el nuevo oro del mundo. Niños con hambre, niños vendidos, niños esclavizados, niños maltratados, niños soldados, niños con los órganos extraídos para ser vendidos, niños manipulados por ideologías, niños en la basura, niños en las cárceles, niños en los hospitales. Hoy los pongo a todos a tus pies, la solución no está en Ti, está en nosotros, en los adultos del mundo, pero mientras que no lleguemos, déjales estar aquí contigo, a tu calor, a tu abrigo. Seguirán sufriendo y muriendo, pero al menos con misericordia. Es mejor morir con amor que morir solo.

Mi incienso son todos aquellos que huelen: huelen a dinero, huelen a honores, huelen a placeres, huelen a egoísmo. Son los que también quieren estar en primera fila en la plaza de San Pedro. Les perdono y les quiero, no se puede cambiar a nadie si primero no se le ama, enséñanos a querer sin tener en cuenta los olores: ni olores a muertos vivientes, ni olores a “casta” , ni olores a “progres”. Amar, diciendo la verdad sin herir, reflexionando lo que tenemos que decir y con más preguntas que respuestas; al fin y al cabo, la última respuesta está en Tí y no en mí.

Y mi mirra es saber que Tú lo puedes todo, a veces confiamos pero no nos fiamos, tengo que trabajar mucho, pero no por mucho que trabaje estoy cumpliendo tu Voluntad, ella comienza cuando dejo que las cosas se hagan por si solas y yo soy, tan solo, un instrumento más. Mi mirra, nuestra mirra es luchar, trabajar con confianza, con esperanza, sin angustias, ni desesperaciones.

Me ha gustado mucho tu tierra, penetra tu Voz y tu Silencio. Ya sé la razón de que la eligieras: No hay otro sitio en el mundo donde siga tan abierto el debate de tu Divinidad, un Dios en boca de todos y para todo. Un Dios que no tiene la última palabra sino la primera.

Niño Dios, Dios crucificado, Dios ajusticiado, Dios hombre, Dios de los pobres y los tristes, Dios de los humildes, los mansos, Dios de los presos y de los culpables. Dios de todos:

Agranda la puerta, Padre,
porque no puedo pasar;
la hiciste para los niños.
Yo he crecido, a mi pesar.
Si no me agrandas la puerta,
achícame, por piedad,
vuélveme a la edad bendita
en que vivir es soñar.

Miguel de Unamuno

Que todos los hombres del mundo tengan algún día la oportunidad de venir a verte a tu propia tierra.

Me da la sensación que después de venir aquí he pasado por la lavadora.

¿Sabes niño Jesús? El hombre de hoy necesita amar más que ajusticiar a unos o a otros. Amar por encima de todo, amar con todo pero sobre todo, el hombre de hoy necesita sentirse amado.

¡Nos vemos en Navidad que tengo más cosas que contarte!

Mi beso es el beso de todos los hombres de buena voluntad sean de la religión que sean. Mi beso es tu propio beso.